Hay algunos que piensan que la danza es un simple producto de los procesos de socialización; otros se inclinan por la interpretación que la reduce a la acción pagana de algunos fieles descarrilados que no han encontrado el camino de aquello que creemos superior. Los más atrevidos simplifican este movimiento a la más sencilla expresión vertical de un deseo horizontal.
Pero, ¿qué definición tiene una persona que durante toda su vida ha hecho del movimiento voluntario e involuntario de su cuerpo una forma de vivir, una manera de respirar, de sentir sangre en las venas u oxígeno en el cerebro?
Posiblemente no lo defina con palabras sino con la magia cinética que caracteriza sus acciones, desde la más sencilla hasta la más complicada, desde que abre sus ojos en las mañanas hasta que logra la perfección del nudo en un muy intenso seis figureao.
Para ella, la danza es la máxima expresión de su alma, es la forma que tiene de agradecer su existencia, de sentir que retribuye el hecho de estar rodeada de todos los seres vivos que la alimentan como profesional.
Al bailar, esta persona se adentra en el mundo real, en donde verdaderamente puede entender lo que pasa a su alrededor y cuando se detiene regresa a ese mundo paralelo que no se parece a ella sin hacerlo una tragedia porque llega con la firme promesa del retorno, sabe que en breves instantes volverá y que lo mejor de todo es que no siempre debe moverse porque su danza trasciende las leyes físicas, sabe que con sólo estimular su cerebro puede crear y recrear millones de movimientos que tal vez ignora que puede realizar pero que de igual forma ejecuta con la mayor de las precisiones.
Comentarios
Te quiero mucho y te amo también.
Pedro Díaz.
P.D: pon muchas, muchas fotos, puedes creer que no hay apenas un puñado de fotos de bailes venezolanos en internet. Todos aquí en Bolivia quieren ver trajes y no he podido mostrarles nada.
Amelia