En épocas de la educación secundaria, la palabra mimetismo nos hacía fruncir el ceño y en otros casos, cuando lográbamos comprender el fenómeno, estirar los músculos de la cara en señal de asombro ante tan maravilloso espectáculo de la naturaleza. Es así como los animales, al igual que todo nuestro entorno, nos vuelve a recordar su supremacía, demostrándonos su capacidad infinita de interrelacionarse con el medio donde habitan, llegando en algunos casos a pasar desapercibidos al perder la identidad individual para encarnar la social, esa que lo confunde con lo que le rodea. Asombroso y mágico poder éste que, aparentemente, sólo puede ser ejecutado por ciertos y determinados animales, grupo en el cual, está demás decir, no se encuentra el ser humano ¿o sí? ¿Es el hombre y la mujer capaz de mimetizarse? ¿de confundirse con su entorno y pasar desapercibido como ser individual? Sí. No sé si en otras disciplinas, pero cuando hablamos de ejecutantes de danza tradicio...
Me muevo luego existo. La interpretación propia sobre mis perspectivas, mis experiencias, mi vida. Nada personal pero si resuena contigo, comparte.